La ciencia es clara en cuanto a que la radiación electromagnética de los dispositivos móviles puede causar o contribuir a una amplia gama de problemas y quejas de salud. Los efectos de los campos electromagnéticos van desde molestias menores como dolores de cabeza y sensibilidad visual hasta infertilidad e incluso cáncer.
Las ondas electromagnéticas invisibles pueden, más allá de ciertos umbrales, tener efectos disruptivos y potencialmente dañinos. El smartphone que actualmente es el emisor/receptor más cercano a nuestro cuerpo emite ondas durante las comunicaciones, pero también cuando transferimos archivos o actualizamos aplicaciones, o simplemente cuando el smartphone se identifica ante la antena para comunicar su posición.